La primavera se acerca y con ello, nuestra actividad como jardineros va a ir aumentando. De momento, estas son algunas cosillas de las que nos podemos ir ocupando a lo largo del mes de marzo:
Puedes plantar bulbos y tubérculos como Gladiolos, Lirios, Begonias y Dalias, y seguir plantando bulbos adicionales cada 15 días hasta mediados de junio para asegurar una floración continuada.
Si la maceta se te queda pequeña, tienes terreno donde exparcirte y estas de humor, también puedes aprovechar la luna creciente para sembrar melones, pepinos, calabazas y garbanzos.
Las plantas que empiezan a brotar requieren más agua que durante la época de reposo. Añade algo de abono líquido.
Riega por la mañana para evitar los hongos de la humedad nocturna y en las plantas de interior no utilices el agua demasiado fría.
Hacia finales de marzo puedes ir fertilizando las plantas de interior. Antes no conviene.
Retira las flores secas de las plantas que florecieron en invierno. Evitarás que aparezcan hongos y plagas.
Las Plantas de interior pueden trasplantarse ya. Cambia la tierra de las macetas, sobre todo si la planta no evidencia un crecimiento normal o suficiente, o cuando la superficie del suelo y las paredes exteriores se cubran de sales blancas.
Cada cierto tiempo, por ejemplo, cada 10 días, gira unos 90º las plantas de interior. El fin es hacer una copa más proporcional al recibir la misma luz por todos lados.
Ahí tienes tarea. ¡Manos a la obra!
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