Hay personas a las que parece que la vida les sonríe permanentemente. O al menos, éso es lo que parece. Siempre están de buen humor, y, con tal de evitar peleas y discusiones son capaces de renunciar a muchas cosas. Pero “No es oro todo lo que reluce”, y esta pretendida apariencia puede tener su lado oscuro. Estos rostros tan despreocupados y alegres pueden ser portadores de pensamientos torturadores y ocultar un profundo desasosiego interior, propiciando cualquier tipo de adicción como medida de escape. Contra esta angustia inconsciente existe un remedio que proporciona una planta: la tintura de Agrimonia del doctor Bach.
La Agrimonia o Hierba de San Guillermo es una planta de tonos rojizos que crece en suelos arcillosos cerca de robles y encinas, en prados soleados, o al pie de zonas cultivadas. Florece en mayo y sus hojas, ramas y flores se recogen en verano.
Planta muy común en amplias zonas templadas de Europa, se conocía ya en tiempos de la Grecia clásica y dicen que fue el rey Mitrídates el Grande quien le dió nombre por su ligero sabor amargo. Desde entonces se ha venido utilizando para estimular la actividad del hígado y por sus propiedades como astringente, antiinflamatorio y antibiótico.
Como remedio psicológico, la tintura de Agrimonia puede útil para recuperar el aplomo y no esconderse de la realidad, confrontando los conflictos abiertamente. Pero si ése no es tu problema, también puedes usar sus hojas secas maceradas en un cocimiento de vino tinto para lavar las úlceras o sobre erupciones de la piel. Y para prevenir las faringitis y demás problemas de la garganta, nada mejor que gargarismos de infusión de Agrimonia con un poquito de miel.