Regalar un perfume es una buena idea para demostrar afecto, y, desde luego, la mejor forma de decir con un gesto, lo que uno no se atreve a decir con palabras. Si ése es tu caso, aquí tienes una fragancia que seguro que no te falla.
Una declaración de intenciones en toda regla es lo que propone un clásico de Kilian. Su nombre Love-don’t be shy (cariño, no seas vergonzosa). Un perfume para ingenuas ma non tropo. Su aroma azucarado al principio va dejando paso a la fragancia de las rosas y se va perdiendo con tintes de iris y azahar.
Este perfume coqueto te servirá para mostrar tu parte más galante y ambientará mejor que nada una tarde inocentemente sensual de San Valentín.
La galanura no te va a salir barata pero, como dijo aquél, “Paris, bien vale una misa”