En estos días comienza a florecer uno de los frutales mas extendido y cultivado: El manzano. Un árbol fácil de cultivar, siempre y cuando se elija una variedad regional que se adapte al clima y al suelo empleado. Todos ellos tienen en común una floración profusa, bellísima y prolongada.
La flor del manzano es muy fragante, con un color rosado que con el paso del tiempo, se va volviendo blanquecino. Empieza a florecer en el mes de abril y hacia junio ya ha dado paso a sus deliciosas frutas.
Un poco de historia
El ancestro silvestre del manzano crece en las zonas montañosas de Asia Central y en Xinjiang, China. Su cultivo está extendido por casi todo el mundo y tanto el árbol como sus frutos aparecen profundamente referenciados en la historia y la literatura desde la antiguedad hasta nuestros días.
El manzano pudo ser la primera especie frutal cultivada por el hombre, y fue, curiosamente, su fruto, quien llevó a nuestros padres Adán y Eva a la perdición. Según nos cuenta la Biblia.
En la Grecia Antigua y en Roma se cultivaban diversas variedades de manzana. Los frescos de Pompeya dan buena cuenta de ello.
Dicen también que fue una manzana le culpable de algo tan importante como la Ley de la Gravitación Universal enunciada por Newton en el siglo XVII. El famoso físico y matemático inglés dormitaba a la sombra de un estupendo manzano, cuando uno de sus frutos le cayó en la cabeza despertándole sobresaltado de su sabrosa siesta. No pudo volver a dormirse, y así empezó a enunciarse una de las leyes esenciales de la Física. Aquel manzano fue destrozado por un rayo en 1820, pero su madera se guarda todavía. En cuanto a la ley, sigue tan fresca como la manzana que le dió su origen.
Hasta pronto!