El ciclamen llena de flores los meses de otoño e invierno. A esta planta, perteneciente a la familia de la prímulas, no le gustan los calores y necesita un ambiente fresco, húmedo y lejos del sol directo. El verde oscuro de sus hojas contrasta con los colores de sus flores que van del rosa oscuro al blanco.
Esta planta es de origen mediterráneo y en la antigüedad fue utilizada por los griegos como amuleto contra las maldiciones. Dicen que su esencia actúa sobre la personalidad de quien la usa, creando a su alrededor un halo de atracción.
Hay quien dice que el ciclamen produce cierta desconfianza. Lo cierto es que el tubérculo de esta planta es venenoso para los humanos, pero, sin embargo, los cerdos se mueren por ella y no les causa ningún problema.
Si esta flor aparece en tus sueños es un símbolo de amor profundo y real, ya sea con tu pareja si la tienes, o de alguien de quien ni siquiera sospechas.