Su intenso aroma las hace reconocibles allá donde estén. El color rosado brillante de sus flores adorna cualquier jarrón y todos los jardines. Esta planta además, se puede disfrutar casi todo el año. La lila o syringa florece normalmente desde finales de la primavera hasta verano, pero si lo mantienes sin muchas agua eliminas los tallos viejos y largos y realizas pequeñas podas, conseguirás que sus flores duren largas temporadas.
Las lilas pertenecen a la misma familia de los olivos y empezaron a aparecer en los jardines europeos en el siglo XVI procedentes del Imperio otomano. Es una planta típica de los Balcanes en el sudeste de Europa, donde crece en colinas rocosas.
El nombre Lila es de origen árabe y hace mención a la belleza de su flor. Su significado está relacionado con el sentimiento amoroso: Si es blanca, amor que empieza; si es malva, amor intenso. En cualquier caso, las lilas siempre han representado la virtud de la humildad, aunque con su intenso y dulce olor nadie lo diría.