El día 8 de marzo volveremos a recordar el esfuerzo y el trabajo de las mujeres y su voluntad de aportar a la sociedad su particular granito de arena.
Nosotros, desde Interflora lo queremos celebrar como mejor sabemos, ofreciendo a cada una su flor. Un arreglo floral que nos devuelva una sonrisa.
¿Nos ayudas a elegir?
Flores para Rosa, 63 años, ama de casa
Rosa lleva tantos años haciendo el mismo trabajo que ya ha perdido la cuenta. A veces, incluso, se sorprende pensando que le gustaría poder ir al paro, aunque solamente fuese por un mes. Pero sabe que eso cambiaría drásticamente la vida de los que la rodean.
Son las siete de la mañana. Está ya levantada y arreglada, esperando que le traigan a su pequeña nieta. Mientras sus hijos crecían ha tenido poco tiempo para dedicarse a otras cosas mas que a su casa. Ahora, le toca cuidar de los nietos.
El trabajo de Rosa no tiene horas, ni sueldo, ni jefes. Algunos dicen que ni siquiera es trabajo. Nosotros creemos todo lo contrario. Por eso, nos gustaría decirle a Rosa que gracias a su buen oficio como de ama de casa, su marido y sus hijos se han librado de los problemas del día a día; de cumplir con esas fastidiosas “cuestiones domésticas”, ésas que no hay que pagar porque no tienen precio.
A las mujeres como Rosa hay que agradecerles ese trabajo que nadie parece apreciar en su justa medida. Tu también se lo puedes decir. Aprovecha el 8 de marzo y díselo con flores.
Flores para Violeta, 35 años. Periodista.
Violeta es redactora en el informativo matinal de una cadena de televisión. Cuando Violeta vuelve a su casa del trabajo, la ciudad empieza a despertarse. Piensa que tiene que irse a dormir enseguida sino, no podrá conciliar el sueño.
La madrugada ha sido de locos. Desde que llegó a la redacción a las 11 de la noche no ha parado. Las agencias no dejaban de enviar noticias y eso ha complicado su trabajo. El turno de noche tiene eso. Eres el primero en contarlo. Ya se lo dijeron cuando comenzó a trabajar en los informativos de esta cadena. Pero a ella le dio igual. Su reto, día a día, es conseguir que el programa salga al aire sin problemas ni errores. Luego, si es posible, poder dormir cinco o seis horas antes de volver a darle vueltas al mundo y a sus cosas.
Vive al revés que sus amigos por eso apenas les ve. La familia, por teléfono. De parejas prefiere ni hablar. Para Violeta, su trabajo es lo primero. A veces está tan cansada que duda de sí misma y de su capacidad como periodista.
Por eso, aprovecha el 8 de marzo para decir a todas las Violetas que conozcas que su esfuerzo merece la pena. Y si se lo dices con flores, mejor que mejor.
