Las flores nos permiten narrar la historia de una relación romántica, desde el primer cruce de miradas hasta el compromiso, pasando, en ocasiones también, por la ruptura. El lenguaje de las flores sirve para plasmar los sentimientos de tu corazón en un ramo y confesarle a esa persona cuánto la quieres. Un poco, mucho, apasionadamente, locamente o en absoluto. ¡No esperes a San Valentín para regalar flores!

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Flores tras un primer encuentro: rosa blanca, prímula y gladiolo

En el lenguaje de las flores, el primer encuentro amoroso está, lógicamente, asociado a las primeras flores de la primavera. La prímula o la campanilla de invierno transmiten gracia y delicadeza cuando las mariposas empiezan a revolotear en nuestro estómago.

Este incipiente idilio se puede simbolizar con un bonito ramo de rosas blancas. Aunque la rosa blanca suele reservarse a grandes ceremonias como el matrimonio, esta flor transmite, ante todo, pureza e inocencia.

Los pretendientes más impacientes pueden regalar gladiolos. Su nombre proviene del latín “gladius” y hace alusión a sus hojas en forma de espada. Con sus imponentes pétalos y sus colores iridiscentes, el gladiolo es un presagio de grandes aventuras.

Los ramos de lilas son ideales si queremos enviar una invitación más sutil y discreta para disfrutar de las alegrías del amor. Su perfume embriagador hechizará a la persona elegida y le sugerirá una relación fiel y duradera.

Flores para la conquista: rosa roja, amarilis y gerbera

Históricamente, la conquista amorosa siempre se ha simbolizado con la roja rosa. Esta flor de amor representa la ternura y la seducción y constituye una oda a la belleza y la feminidad. Cuanto más sutil sea el rosa, más sensual será el mensaje.

El amarilis es otra flor generosa que elogia el cuerpo femenino. Una variedad que sabe desplegar sus encantos para mostrarse irresistible. El objetivo erótico es más que evidente en este caso, pues estas flores predican un: “no te resistas”.

A la hora de conquistar a una persona, las flores nos sirven para enviar nuestros cumplidos. El ranúnculo, significa “Eres radiante”. La glicina, envía un mensaje inequívoco “Acabarás cayendo a mis pies”.

Si somos víctimas de un flechazo o la otra persona es un hombre, la conquista está asegurada con la gerbera. Esta flor, relativamente reciente en el panorama floral, es alegre, jovial y moderna. Ideal para decirle: “Iluminas mi vida”.

Flores para declararse: rosa roja, tulipán y dalia

La declaración es un paso crucial en toda relación amorosa y, para ello, qué mejor que recurrir a la reina de las flores: regálale un ramo de rosas rojas y déjale claro a esa persona que la quieres locamente y con pasión.

Los tulipanes de pétalos rojos permiten transmitir unos sentimientos más sutiles que un ramo de rosas rojas. Confieren a tu mensaje un cariz más natural y una chispa de erotismo: “Eres para mí”.

El girasol es ideal para una declaración amorosa más alegre y apasionada. Esta flor venerada por los Incas y originaria de Perú, permite afirmar con orgullo y convicción: «¡Eres el sol de mi vida!«

La ventaja de las flores es que nos permiten matizar nuestros sentimientos y, por tanto, nuestras declaraciones de amor. Los más románticos podrán optar por la teatral camelia y, los más cautos, por la llamativa dalia.

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Flores para una ruptura: rosa amarilla, crisantemo y cólquico

Los mensajes de ruptura suelen vincularse con la rosa amarilla, que simboliza la traición o la infidelidad. No obstante, en el lenguaje de las flores este simbolismo no es tal, por lo que debemos actuar con precaución.

La flor más inequívoca para anunciar el final de una relación es el crisantemo, una especie que en Occidente asociamos también con el duelo. Cuanto más oscuros sean los colores del ramo, más clara e irremediable será la intención de separarse. 

La frívola aquilegia sirve para confesar una infidelidad. Esta especie promiscua de colores melancólicos, asociada con la locura desde la Edad Media, se interpreta como una señal de mentira y falta de constancia: “A mi pesar, he perdido la razón”.

De una manera más general, el mal de amores se representa con flores que suelen recolectarse a finales de verano, como el cólquico. En los momentos de lágrimas y celos, la palma vegetal se la lleva la caléndula, asociada con el dolor y la pena desde la Antigüedad.

Flores del amor y la reconciliación: anthurium, jacinto y lirio

Los placeres del amor se anuncian con exotismo. Con su estilizado pistilo y sus hojas en forma de corazón, el anthurium es una incitación explícita a la pasión y el deseo carnal. El arum, el hibisco o el jazmín invitan igualmente a viajar.

Más occidentales, los ramos de jacinto y narciso denotan frescura a los arrullos primaverales. Tanto una flor como otra abordan el amor físico con felicidad, ardor y éxtasis: «¡Conmigo, sabrás lo que es placer!«

Después de una ruptura, la reconciliación se materializa con un ramo de lirio de los valles. Esta flor simboliza el reencuentro de un amor. Su dulce fragancia alaba la belleza del cuerpo: “Eres magnífica y te deseo”.

Con más pudor, el lirio simboliza el placer de amar o de reconciliarse. Aunque, la flor de los reyes y los santos no es tan piadosa como parece, ya que encarna también los amores secretos e imposibles.

Flores de compromiso: peonía, olivo y magnolia

En Asia, la peonía es la reina de las flores. Símbolo de la abundancia y la serenidad, atestigua el amor y el compromiso. Esta flor protectora es muy habitual en los arreglos y ramos florales para bodas.

En un contexto prácticamente religioso, el olivo transmite una imagen de paz y sabiduría. Entre una pareja de enamorados, presagia felicidad, prosperidad y fecundidad. Suele regalarse de manera simbólica después de una pelea o un periodo de conflicto.

En el lenguaje de las flores, muchas otras especies plasman claramente la fidelidad y la paz en un hogar. Desde la eterna magnolia al tierno ciclamen, la lealtad también la plasma la lavanda, que conjuga amor y respeto.

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¿Qué ramo de flores comprar en cada etapa de tu relación?

Flores tras un primer encuentro:

aciano, buganvilla, gladiolo, hortensia, lila, campanilla de invierno, melocotón, vinca, prímula, rosa blanca.

Flores para regalar tras un flechazo:

coreopsis, cupidona, chumbera, gerbera, amapola, verdolaga, rododendro.

Flores para conquistar a la persona que amas:

acacia, amarilis, cosmos, azafrán, dafne, glicinia, eléboro, pasiflora, manzano, ranúnculo, rosa rosa.

Flores para declarar tu amor:

piña, anémona, camelia, capuchina, dalia, gardenia, geranio, gloriosa, margarita, rosa roja, girasol, tulipán.

Flores para expresar un amor secreto o imposible:

alquequenje, campanilla, cesto de oro, hisopo, juliana, laurel, lirio, escabiosa, violeta.

Flores que expresan el placer de amar:

anthurium, arum, dondiego de noche, celosía, madreselva, orquídea cymbidium, heliconia, hibisco, jacinto, jazmín, narciso, orquídea, tiaré.

Flores del compromiso amoroso:

hiedra, muscari, clavel, naranjo, peonía, rosa anaranjada, naranja.

Flores para comprar tras una ruptura:

adonis, aquilegia, crisantemo, cólquico, eglantina, genciana, miosotis, nenúfar, caléndula.

Flores de reconciliación y amor eterno:

brezo, limonero, ciclamen, fresia, alhelí, iris, lavanda, magnolia, mimosa, lirio de los valles, olivo, avellano, romero.

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