El clavel es una planta muy mediterránea cuya flor es una de las más populares en España. Los claveles crean ramos de flores preciosos, solos o acompañados de otras flores, y son los reyes de muchas fiestas y celebraciones primaverales en España. Además, el clavel es una planta muy común en los jardines, en los patios o en los balcones, ya que son muy fáciles de cuidar y tienen una floración preciosa.
Una de las claves de los cuidados del clavel está en el riego, por eso en este artículo te vamos a decir cada cuánto se riegan los claveles, para que tu jardín o tu patio no tengan nada que envidiar a los más hermosos patios cordobeses.
El clavel, características de una flor muy española
El clavel es una flor muy popular en la cultura española, y está muy presente en la mayoría de las fiestas florales de nuestro país. Las chulapas lo llevan en San Isidro; sirven para decorar las casetas de la Feria de Abril de Sevilla; los patios de Córdoba desbordan de claveles durante el Festival de los Patios… Este uso masivo de claveles en España no es una casualidad, ya que esta flor es muy abundante en la península. Además, su belleza la hace perfecta para decorar cualquier evento y para protagonizar los ramos de flores más hermosos y radiantes.
Características de los claveles
Antes de hablarte del riego del clavel, debes tener un poco más de información sobre esta bella flor mediterránea, admirada por cantantes, pintores y algún que otro poeta:
- Su nombre científico es Dianthus y es un género de plantas formado por unas 300 especies. La más conocida es la Dianthus caryophyllus, muy utilizada en ramos y otros arreglos florales.
- Los claveles son plantas herbáceas compactas, de fácil cultivo, con un tallo erguido y leñoso. Algunas de sus variedades pueden alcanzar 1 m de altura. Sus hojas suelen ser rígidas, de un verde claro o grisáceo. Sus flores pueden tener una gran variedad de colores, tamaños y formas, convirtiéndola en una planta muy versátil y decorativa.
- El clavel es una planta que florece en primavera y verano, aunque en climas cálidos puede florecer durante todo el año.
- Los claveles son esencialmente plantas de exterior, cuya flor dura mucho una vez cortada. Las flores de los claveles tienen un tamaño entre mediano y grande, con pétalos suaves y aterciopelados con bordes dentados que las hacen perfectas para decorar.
El riego del clavel, un punto esencial
Los claveles son plantas ideales para climas templados o cálidos, y exigen unos cuidados básicos y fáciles. Hay tres puntos importantes en el cultivo de los claveles en maceta o jardín: la ubicación, las temperaturas y, sobre todo, el riego. Los claveles necesitan grandes dosis de luz directa, por lo que deberás asegurarte de que reciben entre 6 y 7 horas de sol directo al día. En cambio, no llevan muy bien el frío, así que, si en tu zona hay temperaturas inferiores a -3 °C, tendrás que cuidar de tus plantas para que no se hielen. La temperatura ideal para las plantas del clavel está entre los 8 y los 35 °C. ¡Una verdadera flor mediterránea!
- Regarla entre 3 y 4 veces por semana en verano, evitando siempre los encharcamientos. Los claveles necesitan agua de forma constante, pero hay que tener cuidado de que no se ahoguen. En invierno, puedes espaciar los riegos, regando tu planta solo una o dos veces por semana.
- Es mejor regar tus claveles a primera hora del día o al atardecer, cuando las temperaturas son más frescas. También puedes añadir un fertilizante al agua una vez por semana en primavera y verano, época de la floración, y una vez al mes el resto del año.
- Para cuidar estas plantas en maceta o jardín, ten en cuenta también que los claveles no aprecian la humedad, por lo que debes evitar que se encuentren en zonas muy húmedas, lo que podrías provocar la aparición de hongos en sus ramas.
¿Cada cuánto tiempo se riegan los claveles?
Un punto esencial en el cuidado de tu planta de clavel es el riego. Por ser una gran amante del sol, esta planta requiere igualmente mucha agua, por lo que tendrás que:
- Regarla entre 3 y 4 veces por semana en verano, evitando siempre los encharcamientos. Los claveles necesitan agua de forma constante, pero hay que tener cuidado de que no se ahoguen. En invierno, puedes espaciar los riegos, regando tu planta solo una o dos veces por semana.
- Es mejor regar tus claveles a primera hora del día o al atardecer, cuando las temperaturas son más frescas. También puedes añadir un fertilizante al agua una vez por semana en primavera y verano, época de la floración, y una vez al mes el resto del año.
- Para cuidar estas plantas en maceta o jardín, ten en cuenta también que los claveles no aprecian la humedad, por lo que debes evitar que se encuentren en zonas muy húmedas, lo que podrías provocar la aparición de hongos en sus ramas.