Muy presente en España, donde se la ha declarado flor nacional por su abundancia y su belleza, el clavel resplandece con el buen tiempo y es el protagonista de todos los eventos florales de la primavera. Además, el clavel es una flor muy resistente y requiere pocos cuidados, por lo que la verás mucho como adorno floral en casas, fiestas y jardines. Descubre el significado y los cuidados del clavel, la flor de enero.
Origen de la flor de los dioses
Los claveles son las flores más utilizadas en España, tanto en fiestas populares como religiosas. Las chulapas madrileñas lo lucen bajo sus pañuelos en San Isidro y en Sevilla, la flor del clavel es la protagonista de la Feria de Abril, ya sea en el pelo de las sevillanas o en la decoración floral.
El clavel es una flor de origen muy mediterráneo y su nombre científico es Dianthus caryophyllus. Etimológicamente el término Dianthus viene de dos palabras griegas: Deos que significa Dios y anthos que significa flor. Así se dice que los claveles son las flores de Dios.
En la antigua Grecia, el clavel era usado para decoración y como ofrenda a los dioses por su belleza, sobre todo al dios Zeus. Los romanos también utilizaban la flor del clavel para adornar casas, fiestas y, por supuesto, para venerar a sus dioses.
La tradición cristiana cuenta que los claveles provienen de las lágrimas derramadas por la madre de Jesucristo en la cruz y en su versión blanca, están muy relacionados con la Virgen y la maternidad. Por eso, el clavel blanco también es considerado la flor de la madre, siendo la más regalada el Día de la Madre a partir de la primera mitad del siglo XX.
¿Qué significado tiene el clavel?
Existen alrededor de unos 300 tipos de claveles, siendo las más conocidas el clavel común, el clavel de la India, el clavel del poeta y el clavel chino.
Su forma y su olor son muy característicos y los reconocerás por sus pétalos de bordes dentados y sus hojas triangulares.
El clavel significa amor, pero según su color, pueden tener significados un poco diferentes:
- El clavel rosa: se relaciona con el amor incondicional que siente una madre por sus hijos.
- El clavel rojo: del clavel habla del amor en forma de admiración y aprecio, también de pasión y orgullo.
- El clavel amarillo: Si los claveles se tiñen de amarillo comunican decepción o rechazo, e incluso ofensa o desprecio.
- El clavel blanco: si deseas declarar tu amor puro y sincero, hazlo con claveles blancos, que son también ideales para regalar a una madre.
- Clavel violeta: el significado del clavel morado es capricho o antojo.
Cuidados básicos del clavel y ventajas de su cultivo
La llegada del verano inundará de claveles de muchos tipos los balcones y terrazas de muchas casas. Los claveles son plantas de exterior que se adaptan bien a cualquier clima, por lo que no es raro verlos en exteriores y jardines. Su florecimiento anuncia que el buen tiempo ha llegado, aunque su cultivo se realiza durante todo el año.
El clavel silvestre crece de forma natural en la cuenca del Mediterráneo, pero hay distintas variedades de planta de clavel que se pueden cultivar en casa.
El clavel es una flor muy resistente y sus cuidados y cultivo son muy sencillos. Si sigues estos cuidados básicos la disfrutarás por más tiempo:
Suelo y sustrato
La planta del clavel prefiere un suelo rico en sustancias orgánicas, ligeramente calcáreo y compuesto de una parte de arena para que esté bien drenado, evitando el encharcamiento. Si se cultiva en macetas, es bueno poner una capa gruesa de guijarros o grava en la parte inferior. El pH debe estar comprendido entre 6,5 y 7,5.
Abono o fertilizante
Fertiliza tus plantas de claveles cada 20 días en la primavera, momento de floración, con un abono específico para plantas de flores, diluido en el agua de riegos. Fuera del periodo de floración puedes abonar tu planta de clavel cada 3 o 4 meses, con fertilizante granular de liberación lenta. Sin embargo, ten cuidado de no abusar del fertilizante, ya que podría ser fatal para tu planta.
Luz y temperatura
El clavel necesita mucha luz solar y un ambiente cálido sin sobrepasar los 24 ºC.
Por su rápida adaptación, el clavel es capaz de soportar temperaturas muy bajas sin helarse. La temperatura ideal para cultivar plantas de claveles en el jardín está entre los 10 °C y 24 °C. Temperaturas inferiores a 8ºC y superiores a 25ºC alteran la velocidad de crecimiento de la flor y la duración de la vida de la flor cortada.
En interior, colócalo cerca de una ventana con luz solar directa.
Frecuencia de riego y humedad
Las plantas de los claveles necesitan riegos frecuentes y cortos. En verano se debe regar con mayor cantidad de agua. Mantén el sustrato húmedo en todo momento, pero no lo encharques para evitar enfermedades. Una humedad óptima para el clavel está entre 60-70 %.
Decantarse por el cultivo de los claveles cuenta con muchas ventajas. Se trata de flores que, gracias a sus características, requieren de poco cuidado. Además, son muy duraderas y resistentes. Otra de sus ventajas es la versatilidad. Las combinaciones de claveles en ramos de flores son infinitas. Su forma, colorido, su largo tallo y sus hojas encajan a la perfección con multitud de arreglos florales para regalar en ocasiones especiales, para decirle a alguien lo mucho que cuenta para ti o para dar un toque de color a tu rincón favorito.
Regala ramos de claveles para cualquier ocasión
Ofrece claveles a tu madre y sorpréndela en el Día de la Madre o para su cumpleaños. Puedes también regalar claveles para un nacimiento o para acompañar en el sentimiento a tus seres queridos en un funeral.
Elogia la belleza de una sevillana y regálale claveles para la Feria de Abril. No dudes en comprar claveles y ofrecérselos a un chulapo o una chulapa para San Isidro. ¡Regala amor a esa persona especial con un ramo de claveles rojos!
