Artemisa: El espíritu de la bohemia

La Artemisa es la esencia de un licor con mucha historia y oscura reputación: El ajenjo o la absenta, una bebida alcohólica de ligero sabor anisado y amargo que se obtiene de esta planta.

La reputación de este licor verde, que se pone lechoso cuando se la añade agua, comenzó en Suiza, como elixir para calmar fiebres. Fue sin embargo, Francia quién le dio carta de naturaleza, gracias a la afición a esta bebida de los artistas y escritores románticos de la época, quienes invocaban a las musas bajo sus efectos. Rimbaud, Verlaine, Van Gogh, Baudelaire, Lautrec, Manet, Victor Hugo e incluso Oscar Wilde utilizaron la absenta regularmente como estímulo creativo. Tan demoledores llegaron a ser sus efectos que en 1915 ya se había prohibido su producción. La marca más popular hasta ésa fecha fue Pernod Fils, y bajo este nombre se conoció el licor durante la Belle Epoque.

La receta del licor de Absenta o Fée Verte (hada verde) como le dicen los franceses, lleva una mezcla de diferentes hierbas donde prima la artemisa (ajenjo), las flores de hinojo y las del anís. Su maceración produce un líquido incoloro y amargo al que se añade clorofila para darle su tono verde tan peculiar.

Beber absenta es todo un ritual donde se añade un terrón de azúcar y agua al licor. Fue la bebida de la bohemia en el Paris de finales del XIX y principios del XX. Su prohibición se debió a la creencia de que su consumo en exceso causaba alucinaciones. Actualmente existen diversas variedades que, para acentuar su sabor, utilizan menta e incluso cannabis. Conviene recordar que muchas de las hierbas empleadas en la elaboración pueden ser venenosas en grandes concentraciones. Es por esta razón que se aconseja no tomar esta bebida sin diluir.

Puedes tomar absenta como aperitivo y para abrir el apetito. También te servirá como calmante ante un ataque romántico. En cualquiera de los dos casos las hadas verdes de esta planta te acompañarán.