Las habréis encontrado en los paseos al atardecer por las playas de levante. Originariamente se encontraba en una amplia zona que cubría las riberas de la cuenca del mar Mediterráneo hasta China.
Muy utilizadas como fondo de arbusto en los grandes jardines, dan frondosidad aportando una nota de color. También las podeis ver adornando las autopistas como valla mediana de separación.
La adelfa es una planta de sol y no necesita mucha agua. Sus flores blancas, rojas y rosas en forma de ramillete florecen en junio y tienen un periodo de floración bastante largo.
Pero esta flor tiene un lado oscuro, y es importante que lo tengaís en cuenta: Es una planta muy venenosa y totalmente desaconsejada para uso particular con acciones muy fuertes sobre el corazón en dosis pequeñas, por esta razón su uso debe estar sujeto a control médico. Dada su toxicidad, y a pesar del incumplimiento de la norma dado que se vende libremente en viveros y similares, en España está prohibida la venta de esta planta.
Existe una leyenda popular según la cual los españoles envenenaron a las tropas napoleónicas francesas al invitarles a tomar una carne que había sido preparada con estacas peladas de adelfa para ensartarla y asarla..
Las hojas son muy ricas en oleandrina, una sustancia tan activa que incluso las mieles procedentes de la libación de las abejas en sus flores son tóxicas. La intoxicación por adelfa aparece transcurridas de 4 a 12 horas después de haberla ingerido. Produce alteraciones gastrointestinales acompañadas de náuseas y vómitos, diarrea sanguinolenta, vértigo, ataxia, midriasis, excitación nerviosa seguida de depresión, disnea, convulsiones tetaniformes y arritmia en aumento, aparece taquicardia, fibrilación auricular y bloqueo con parada cardíaca.
En caso de que aparezcan los primeros vómitos conviene acudir urgentemente al médico y tratar de controlar el ritmo cardíaco.
Como véis, no es una broma. Así que, disfrutad del atardecer junto a las adelfas pero en ningún caso dejéis esta planta al alcance de niños y animales o viceversa. Podríais tener algún disgusto.