Hemos venido hablando en nuestros posts de como usar plantas y flores en nuestra vida cotidiana para crear espacios de bienestar.
Portadoras de mensajes o no, la presencia, el color y el olor de nuestras plantas ya es suficiente para hacernos sentir un poco mejor. Pero no solo éso, además, nos ofrecen su esencia en forma de remedios naturales, cremas y perfumes, jarabes y bebidas, inciensos, etc. para poder disfrutarlas en cada momento u ocasión.
Hoy hablamos de dos maneras de preservar la esencia de las flores, y en general de cualquier planta.
Tinturas
Las tinturas se preparan macerando la planta en alcohol. Los preparados con este procedimiento son más fuertes que las infusiones y decocciones, donde se emplea agua.
Normalmente, en la preparación de las tinturas se pone a macerar una parte de la planta o de la mezcla por cada 10 partes de alcohol. Dada la elevada concentración de principios activos presentes, las tinturas se aplican en gotas, de modo que, a menos que se especifique lo contrario, es conveniente prepararlas en pequeñas cantidades (de 100 en 100 o de 200 en 200ml, por ejemplo) y conservarlas en frasquitos de cristal oscuros bien cerrados, para evitar que el alcohol se evapore.
Preparación de una tintura
Para preparar una tintura, primero tienes que diluir el alcohol de 95° en agua hasta obtener la graduación adecuada. Puedes seguir esta tabla como indicador.
En un recipiente de cristal con cierre hermético, se ponen las hojas, frutas, flores, raíces etc..Se añade el alcohol, se mezcla durante un instante y se cierra el recipiente. Si preparas varias tinturas al mismo tiempo, puedes poner en cada recipiente de maceración una etiqueta en la que se indique el contenido y evitar así posibles equivocaciones.
A continuación, se deja macerar el contenido durante una semana. Durante este período de tiempo, agita el recipiente al menos una vez al día para facilitar el paso al líquido de los principios activos de las plantas.
Transcurrido el período de maceración, se cuela el líquido con un colador de malla fina. Las tinturas se deben conservar en lugar oscuro, fresco y seco, fuera del alcance de los niños.
No olvides poner en el frasco una etiqueta con el nombre de la tintura, el modo de empleo y la fecha de preparación.
Puedes usar gotas de esta tintura, dependiendo de la planta, para perfumar comidas y bebidas; preparar diversos remedios medicinales, preparar cremas o como ambientador.
Elixir o licor
Una forma de llevar el aroma de tus plantas directamente al paladar es convirtiendo las flores en elixires o licores. En principio el procedimiento es similar al de preparar una tintura. En este caso es preciso diluir o endulzar la tintura para obtener una bebida que tenga un sabor más agradable, y que mantenga al mismo tiempo todas las propiedades de la tintura original.
Para hacer un elixir o un licor, haz una tintura de una planta, flor o fruta.
Pon en un cazo 665g. de azúcar y 335 ml. de agua. Calienta esta mezcla a fuego muy lento sin que llegue a hervir hasta que el azúcar esté completamente disuelto
Retira el recipiente del fuego cuando se haya formado un caramelo líquido y espera que se enfríe.
Mezcla la tintura y el caramelo líquido a partes iguales.
Con esta receta como base puedes tirar de imaginación y preparar sugerentes licores para sorprender a tus invitados. Por ejemplo, si utilizas flores para decorar la mesa, puedes hacer un licor de las mismas flores. Puedes añadire alguna cosa de tu cosecha, incluyendo el nombre que debe ser sugerente y apropiado para la ocasión. Así conseguirás poner tu toque personal al encuentro.