El incienso (del latín incensum ‘encender’) es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que a menudo se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal, de forma que al arder desprenda un humo fragante con fines religiosos, terapéuticos o estéticos. Las resinas proceden de la savia de diferentes árboles. La obtención de la gomorresina del incienso se realiza haciendo una incisión en los troncos de los árboles de la Boswellia, de esta manera la resina fluye, se seca al contacto con el aire y se forman entonces pequeños granos redondeados de una coloración amarilla pálida y opaca, de textura quebradiza y cuyo diámetro no pasa de los 2 cm. Cuando los granos entran en contacto con el fuego se derriten, exhalando así su exquisito aroma.
Los datos arqueológicos que poseemos sobre el incienso se remontan al Valle del Nilo: en los templos de Deir el-Bahari se pueden observar inscripciones con dibujos de rituales netamente esotéricos, donde son más que evidentes las nubecillas del humo del incienso. Hace alrededor de quince siglos, los egipcios viajaban al país de To-Nuter para buscar incienso.
Puedes experimentar y hacer inciensos con las flores y plantas que más te gusten, añadiendo a la resina base para incienso -que puedes comprar en herbolarios, droguerías o en Internet- aceites esenciales y flores y hojas secas trituradas. Ten en cuenta que muchas plantas huelen de forma diferente al ser quemadas. Los aromas dulces, por ejemplo se vuelven acres rápidamente,
Como una imagen vale mas que mil palabras aquí tienes un video donde podrás ver como se fabrican manualmente los palitos de incienso que puedes comprar en las tiendas
Si prefieres hacer conos de incienso con tus aromas preferidos aquí tienes unas instrucciones que te resultarán intresantes.