Si quieres tener un jardín lleno de colores en otoño e invierno, temporadas más austeras en lo que a flores y plantas se refiere, ¡el ciclamen de Nápoles es la opción perfecta! Estas plantas perennes bulbosas, cuyo nombre científico es Cyclamen hederifolium, se adaptan muy bien a las zonas sombreadas de tu jardín y requieren muy pocos cuidados. Una vez plantado, el Cyclamen hederifolium se multiplicará solo año tras año. ¿Quieres saber cuáles son los cuidados, características y simbología del ciclamen de Nápoles? ¡Pues toma nota de los consejos que te damos desde Interflora! Podrás disfrutar de una floración abundante y de la belleza delicada de la flor del ciclamen.
Las características del ciclamen de Nápoles
El ciclamen de Nápoles, también conocido como ciclamen de bajo bosque, es una planta bulbosa perenne, de la familia de las primuláceas, que aprecia la sombra o semisombra.
Su nombre botánico, Cyclamen hederifolium, también le ha valido el nombre de ciclamen de hojas de hiedra, ya que sus hojas muy decorativas, de color gris jaspeado o plateado, recuerdan a las de la hiedra. Estas hojas tienen una forma casi triangular y miden entre 5 y 15 cm de largo.
La floración del ciclamen de Nápoles tiene lugar en otoño, entre octubre y noviembre. Dos largos meses durante los cuales el Cyclamen hederifolium nos regala delicadas y fragantes flores, que se alzan bellas y elegantes sobre sus largos tallos de unos diez centímetros. El color de las flores puede ser rosa, morado o blanco dependiendo de la variedad.
A diferencia de otras especies de ciclamen, como el cyclamen coum o de Cos, el ciclamen de Nápoles no se cultiva en macetas en interior. Sin embargo, su flor cubre los suelos de forma magnífica cada otoño, allá donde otras plantas no pueden crecer por falta de luz. Las ubicaciones poco luminosas no les asustan, ¡más bien todo lo contrario!Además, el ciclamen de Nápoles también posee una excelente resistencia al frío. Según la variedad, pueden soportar temperaturas negativas entre -15°C y -20°C. ¡Estas plantas son perfectas para el invierno!
La simbología del Cyclamen hederifolium
Según una leyenda, el rey Salomón, personaje bíblico muy popular, llevaba en la cabeza una corona hecha con la flor de ciclamen.
En Francia, desde el Renacimiento, y bajo la influencia del movimiento romántico, esta bonita flor se ha convertido en un símbolo de amor puro. En el lenguaje de las flores, ofrecer un ramo de ciclamen es una muestra de amor sincero y duradero.
En los países asiáticos, sobre todo en Japón, los ciclámenes tienen tanto prestigio como las rosas en Occidente. ¡El delicado ciclamen es el rey de las flores! Encarna tanto el amor incondicional como la pasión.
El ciclamen también conquistó e inspiró al gran Leonardo da Vinci, quien a veces dibujaba esta flor en los márgenes de sus manuscritos.
El cultivo del ciclamen de Nápoles
El ciclamen de Nápoles crece perfectamente a la sombra de los árboles o a lo largo de muros bajos. Esta planta, originaria de la cuenca mediterránea, puede crecer espontáneamente en la maleza. Y aunque el ciclamen, en general, tienen fama de no ser fácil de cultivar, el ciclamen de Nápoles es todo lo contrario. Una vez plantado, ¡el Cyclamen hederifolium casi no requiere cuidados!
¿Dónde plantar un bulbo de Cyclamen hederifolium?
La plantación de un bulbo de Cyclamen hederifolium siempre se lleva a cabo en el suelo, ya que no es posible cultivarlo en una maceta en el interior. Elige un lugar a la sombra, como por ejemplo al pie de un árbol, a la sombra de tu casa o al lado de un muro bajo o un seto (orientación norte o este).
¿Cuándo plantar un bulbo de ciclamen de Nápoles?
Los bulbos de ciclamen de Nápoles se plantan a finales de primavera o verano, idealmente entre junio y julio. También es posible plantarlos a principios de otoño, en septiembre.
¿Cómo plantar un bulbo de ciclamen de Nápoles?
Los bulbos de ciclamen germinan mejor en suelos ricos, bien drenados y frescos. Prepara el suelo, aflojando la tierra en más o menos 10 o 15 cm de profundidad. Aprovecha para añadir un poco de tierra para macetas, de las especiales para plantas con flores. Si la tierra de tu jardín tiene tendencia a retener el agua o es arcillosa, puedes añadir arena.
Una vez preparada la tierra, haz agujeros de 3 a 5 cm de profundidad, separados unos de otros de unos 15 cm. Coloca los bulbos con los ojos (pequeños bultos en un lado del bulbo) hacia arriba. Rodea los bulbos con tierra, sin cubrirlos, o si lo prefieres pon una capa de tierra muy fina. Acaba regando despacio.
Los cuidados del Cyclamen hederifolium
Por su condición de planta perenne al aire libre, el ciclamen de Nápoles casi no requiere cuidados. El agua de lluvia es la encargada de regarlo la mayor parte del año y los bulbos se multiplican de forma natural bajo tierra con cada nuevo ciclo.
Riego del ciclamen de Nápoles
El riego natural proporcionado por la lluvia es suficiente para tu Cyclamen hederifolium durante la mayor parte del año. Eso sí, en caso de ola de calor o sequía, recuerda que tienes que regar tus ciclámenes de Nápoles para que aguanten mejor el calor.
Si quieres conservar la humedad de tus Cyclamen hederifolium durante los meses de calor, puedes cubrirlos con paja, hierba de césped cortada u hojas muertas, lo que protegerá la tierra y la ayudará a mantener su frescura.
Fertilización del Cyclamen hederifolium
Para favorecer una floración abundante y duradera, agrega cada primavera compost o tierra fresca para macetas al suelo de tus ciclámenes. Remueve la tierra para que el nuevo suelo se mezcle bien con el viejo. También puedes agregar un fertilizante soluble para plantas con flores en el agua de riego.
Poda del ciclamen de Nápoles
Es muy importante no podar el Cyclamen hederifolium demasiado pronto, ya que los bulbos utilizan la energía contenida en las hojas y los tallos para multiplicarse. Espera hasta que las hojas estén completamente secas y amarillentas antes de cortarlas en la base. Sin embargo, puedes quitar las flores a medida que se marchitan.
Ya lo sabes, el ciclamen de Nápoles o Cyclamen hederifolium es una planta maravillosa para decorar esos lugares situados a la sombra, donde otras flores luchan por florecer. ¡Además, el Cyclamen hederifolium es ideal para las personas a las que les gusta disfrutar de su jardín sin pasar demasiadas horas con las manos en la tierra!