Las flores ofrecen una manera sencilla de mejorar nuestra salud emocional. Ya no es sólo que te alegren la vista, que decoren el salón o que acompañen los mejores momentos de tu vida. Las flores además ofrecen una medicina del alma al alcance de cualquier bolsillo.
Este elixir emocional se debe, entre otras propiedades, a la presencia del color y, más concretamente, en cómo éste actúa sobre nuestras emociones. Una organización de referencia en el mundo del color, el Pantone Color Institute ha establecido cinco paletas de color que animan otros tantos estados emocionales a saber: creativo, romántico,sensual, tranquilo y caprichoso.
En base a esta paleta, un azul morado profundo, llamado azul iris o número 18-3943 combinará la sensación calmante y de estabilidad del azul con las cualidades místicas y espirituales del color violeta. O lo que es lo mismo: Un color para meditar con un toque de magia.
Si queremos llevar esta magia a nuestro cuarto de estar o a nuestra oficina no tendremos más que preparar un arreglo en base a flores violetas, azules y verde con predominio del azul. Al igual que con la pintura, estas tonalidades pueden dar una sensación de fría tranquilidad en una habituación aunque los tonos más oscuros transmitirán intimidad y ligereza.